Es hora de recuperar la albañilería
Por Beverley McCauley
¿Qué lo motiva a usted? ¿Su familia, su empleo, su equipo, su relación con Dios o el estado de nuestro país? Ahora bien, ¿quién tiene el poder de cambiar el estado de las cosas? Ese poder reside en usted.
Entonces, ¿qué hago si no estoy satisfecha con las leyes y las reglas de interacción? Uno tiene el derecho inalienable de hablar ante nuestros funcionarios electos, entablar un diálogo abierto y decirles qué cosas como recuperar la albañilería beneficiaría a mi negocio, mi equipo y a la nación.
Usted tiene la capacidad de hablar con los demás, externar lo que le preocupa y dar su opinión con respecto a lo que piensa que podría ayudar. En mi caso, esa experiencia se presentó hace 22 años cuando conocí a un albañil de tercera generación: mi esposo, Donald. Su pasión por la albañilería se volvió también en mi pasión. Hace diez años, me pidieron que me convirtiera en miembro de la Asamblea Legislativa de la Asociación de Contratistas de Albañiles de los Estados Unidos (MCAA). Fue en ese momento en que esa pasión llegó a su punto más álgido. Hoy en día, funjo como presidente legislativo de la asociación y quiero recuperar la albañilería.
Mi esposo y yo somos propietarios de Hunt Country Masonry. Somos un pequeño negocio de albañilería de propiedad minoritaria y de mujeres (SWaM, por sus siglas en inglés) que fue el primer contratista de albañilería certificado en Virginia. Me apasiona la albañilería y construir un producto de calidad que perdure más de lo que yo viviré. También me apasiona marcar la diferencia en la vida de los miembros de mi equipo, la de sus familias y nuestra fe.
¿Esto qué significa? Significa que me he abocado a intentar marcar la diferencia en las leyes que rigen esta gran nación. He sido bendecida con la oportunidad de testificar ante el Congreso en muchas ocasiones, esto en torno a aspectos que son importantes para mí como una persona de fe, esposa, propietaria de un negocio, madre y miembro de un equipo. Ningún puesto de trabajo es más importante que otro. Sin embargo, si no le enseñamos a esta generación a expresarse de forma educada, sin reprochar a los demás, no cambiará nada.
La única manera en que podemos dar paso al cambio es ver una necesidad y atenderla. Conformarse con la queja y la inacción no hace ningún bien. Una de las más grandes diferencias como mujer en una industria donde predominan los hombres es que yo tomo en cuenta la forma en que los cambios hacen sentir a los miembros de nuestro equipo. Si bien podría parecer que no es importante, es en ese momento en que uno empieza a esforzarse para crear un ambiente de equipo. Un ambiente donde cada una de las personas sea reconocida por sus propios méritos, pero que tiene la responsabilidad sobre algo que es más grande que ellos mismos: el equipo.
Nosotros en Hunt Country Masonry creemos que no existe un producto mejor que la albañilería. El ladrillo, el bloque y la piedra son productos que, cuando se usan adecuadamente, no tienen comparación. Esa albañilería es verde en su naturaleza, proviene de la tierra y puede regresar a ella sin generar ningún impacto ambiental. También genera empleos a nivel local, de principio a fin. La mayor parte de la mampostería se crea dentro de un radio de 100 millas cuadradas de donde se está usando. Esa mampostería resiste las prueba del tiempo, clima, preservación de energía y edad, sin perder esa característica de protección, atractivo estético y –sin duda alguna– una belleza innegable.
Nuestra nación fue construida a partir de productos de albañilería, desde estructuras hechas de adobe en el Valle de los Monumentos hasta mampostería en el edificio del Capitolio que ha resistido la prueba del tiempo. Así que la pregunta es: ¿por qué me apasiona la albañilería? ¡Porque es inigualable e incomparable!
¿Vale la pena el esfuerzo, la inversión, la capacitación y las habilidades? Sí. La albañilería fue y sigue siendo el producto del futuro. Nosotros que somos parte de la comunidad de la albañilería debemos unirnos como colectivo y respaldar aquel producto que sabemos que es el mejor y el más ecológico, así como todos los empleos sin distinción alguna. La albañilería es el único campo en donde uno puede empezar a trabajar recién salido de la secundaria, aplicar a uno de los programas para aprendices para albañilería y tener la posibilidad de ganar un buen salario sin tener un título universitario. También te da las habilidades de construir tu propio hogar.
Así que, ¿por qué hay una escasez de buenos albañiles? Esto se debe a que olvidamos que no todas las personas quieren ir a la universidad, no todos pueden costearlo, no todos quieren estar encerrados todo el día y no todos quieren tener un título universitario. Y hemos olvidado que un oficio es importante. Hemos permitido que haya un declive en las escuelas de oficios. Es tiempo de recuperar la albañilería y las escuelas de oficios, y de darle a todos la oportunidad de mejorar su situación.
Beverley A. McCauley es presidente de Hunt Country Masonry Inc., ubicada en Leesburg, Virgina. Ha trabajado en la industria de la construcción durante los últimos 27 años y puede contactarla en bmccauley@huntcountrymasonry.com.